Cómo identificar a un crítico gastronómico en un restaurante

En el cartel (en la imagen de arriba, clic para ampliar) se dan las pautas que deben seguir los empleados del local para, en primer lugar, identificar a posibles críticos de restaurantes, ya sean periodistas o blogueros. Una vez identificados, también se dan una serie de instrucciones sobre cómo servirles para que se vayan satisfechos.

Algunas de estas pautas llaman bastante la atención, aunque solo sea por su imprecisión. Por ejemplo, una de las ‘pistas’ con las que según la ‘guía’ es posible identificar al crítico, es fijarse en aquellos clientes “que estén observando el comedor detenidamente”, algo que sin duda puede hacer cualquier comensal, sea o no crítico.

Otra de las pautas, directamente ordena que se sea “hospitalario” y se sirva especialmente bien a todos aquellos comensales que se sienten solos a la mesa, con lo cual parece que ya tenemos una primera ventaja para esa amarga experiencia que suele ser, para la mayoría de la gente, el comer solo en un restaurante.

Hay otras directrices que tienen cierta gracia, como una subrayada como importante que dice que “los inspectores de Michelin deben acabarse toda la comida del plato!!!!!”

Más adelante, en un segundo apartado, se indica el “protocolo” a seguir una vez que se ha identificado a un crítico de restaurantes. La primera pauta es no revelar, “bajo ninguna circunstancia”, que se ha identificado al crítico. Después se aconseja “permanecer tranquilos” y notificarlo “inmediatamente” al encargado.

Por último, se facilita una lista con los nombres de algunos de los críticos gastronómicos más conocidos de la ciudad.

Lo increíble es que Keving Pang no ha querido dar el nombre o más detalles del restaurante en cuestión porque asegura que esto es algo que hacen la mayoría de los locales de la ciudad. ¿Y aquí en España, se hará también?