La noche que Jesús Quintero entrevistó a Paco de Lucía

Paco de Lucía
Paco de Lucía

Fue en un programa como los que, por desgracia, ya no se hacen. Dedicado a un músico, a un artista. Realizado con mimo, sin reparar en tiempos, ni en gastos. Con un gran esfuerzo de producción para rodearle de otros grandes, pero con el protagonista siempre en el centro de la escena. Una prueba evidente de lo mucho que ha cambiado, para mal, nuestra televisión.

Se emitió un 25 de febrero de 1976. Curiosamente se acaban de cumplir precisamente ahora 38 años. Se nota el paso del tiempo, también en la decoración. Cuando se encienden los focos, Paco de Lucía aparece abrazado a su guitarra junto al periodista Jesús Quintero, que por entonces también era el manager del genial artista. Ambos están sentados en extraños sofás y todo lo que les rodea en ese espacio, la lámpara, la alfombra, la mesa… cualquier elemento decorativo, es de un estilo que hoy resulta ‘rancio’, pero que entonces estaba de moda. Es como una evolución trasnochada de la escenografía Maharishi que los Beatles se trajeron de la India. El 'look' del propio Quintero también delata esa influencia.

Sobre la mesa que divide a ambos hay lo que parece ser una botella de whisky y una cubitera de cristal junto a dos vasos. El plató es grande, pero la escena donde va a tener lugar la conversación es recogida e íntima.

Ver vídeoLa hora de... - La guitarra de Paco de Lucía (1976)

Precisamente de los Beatles, y de otros mitos, comienza hablando Quintero, como queriendo ensalzar la figura de Paco, que mientras tanto está tocando acordes de afinación que también suenan algo orientales, tal vez por estar bajo una especie de influencia momentánea provocada por los objetos y el personaje que le acompañan.

“Hombres así se dan uno cada siglo. Ha venido a resucitar el fenómeno de un Paganini o de un Liszt”, es la última frase de la ostentosa presentación de Quintero, antes de que se enciendan las luces de un escenario gigantesco con forma de guitarra española, que el artista recorre hasta llegar a una silla en la que se sienta para interpretar una de sus deslumbrantes composiciones.

Camarón entra en escena

Tras la actuación da comienzo la entrevista, en la que Quintero le pregunta hasta por su nombre. “Bueno, Lucía es mi madre. Y yo soy Paco, el hijo de Lucía”, responde con sencillez pero con gracia el músico de Algeciras, que cuenta también cómo conoció a Camarón de la Isla. Fue una mañana en Jerez, después de una noche en la que ambos habían estado “por ahí”, aunque cada uno por su lado. “Nos juntamos y estuvimos tocando y cantando todo el día, hasta la noche. Me quedé impresionado”, asegura el guitarrista, antes de que el rostro del cantante de San Fernando, del “símbolo del flamenco joven”, aparezca en primer plano, de vuelta en el gran escenario de la guitarra, para interpretar una canción junto a su colega y aún por entonces amigo.

A lo largo del programa se suceden las actuaciones de otros grandes como Manuela Carrasco, Marifé de Triana, Ravi Shankar, Victoria de los Ángeles o Paul Mauriat. Todos tocan y cantan en compañía de Paco de Lucía y de su guitarra y así se va desarrollando la gala, siempre con el hilo conductor de las preguntas de Quintero, con las que vamos descubriendo de primera mano etapas de la vida del músico, sus influencias y su personalidad y sus inquietudes artísticas y hasta políticas.

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Referencia a la entrevista de Quintero a Paco de Lucía en el número de ABC publicado el 6 de marzo de 1976

Las consecuencias de la entrevista

Es al final del programa cuando Quintero introduce sutilmente este tema, el político, que por entonces, en una España que acababa de dejar atrás una dictadura e iniciaba un periodo de transición, solía ser inevitable y también peligroso. “¿Qué es más importante a la hora de tocar la guitarra, la derecha o la izquierda”, le pregunta el periodista. “La izquierda es la que hace música, es creativa. La izquierda es inteligente. Luego, la derecha es la que ejecuta”, dice Paco, agarrando el instrumento y liberando una serie desgarradora de acordes y punteos.

La entrevista acabó así, aunque no para el guitarrista. Según contó en un libro el periodista y flamencólogo, José Manuel Gamboa, Paco de Lucía recibió meses después de aquello una brutal paliza a manos de un grupo de radicales como consecuencia de esas últimas palabras. Fue en presencia de su novia Casilda Varela, con la que todavía no se había casado, junto a un quiosco de periódicos de la calle José Antonio (hoy la Gran Vía), antes de entrar al cine Avenida, en Madrid.

“Tú, ¿dices que la Derecha ejecuta? Pues toma, hijoputa. Ya no vas a tocar más”, le dijeron antes de golpearle y pisarle los dedos y las manos. Y hubieran conseguido su lamentable objetivo de no haber sido por los transeúntes que intervinieron y detuvieron a los agresores. Aquella magnífica entrevista, aquellas últimas palabras bien dichas, podrían haber provocado que aquellos desalmados de la puerta del cine Avenida nos privasen del talento de uno de los mayores genios que ha dado nuestro país. Felizmente, Paco no tardó en recuperarse y siguió tocando y viviendo otros 38 años más.

- Vía: RTVE / ElAfinadorDeNoticias

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